Pequeña travesía de 2 días con muchos ascenso en trocha y la bici cargada de equipaje…
El objetivo principal era pasar dos grandes montañas para llegar al embalse del Neusa (se puede llegar por plano en carretera y tomaría no más de 3 horas pero no es tan divertido), pero nuevamente pequeños errores me llevaron a conocer otros buenos sitios pero alejándome del objetivo.
El recorrido
Día 1: Saliendo por la autonorte cogí vía a Tabio, poco antes de entrar a Tabio tome una vía destapada que me llevaría al cerro el Pedregoso.
Día 2: De regreso a Bogotá tome una vía que conduce a Zipaquirá, para darle la vuelta a la sabana pasando por Sopo y la Calera y terminando con un ascenso al alto de Patios.
El objetivo principal era pasar dos grandes montañas para llegar al embalse del Neusa (se puede llegar por plano en carretera y tomaría no más de 3 horas pero no es tan divertido), pero nuevamente pequeños errores me llevaron a conocer otros buenos sitios pero alejándome del objetivo.
El recorrido
Día 1: Saliendo por la autonorte cogí vía a Tabio, poco antes de entrar a Tabio tome una vía destapada que me llevaría al cerro el Pedregoso.
Día 2: De regreso a Bogotá tome una vía que conduce a Zipaquirá, para darle la vuelta a la sabana pasando por Sopo y la Calera y terminando con un ascenso al alto de Patios.
Trocha cerca a Tabio
La Aventura:
Bicicleta cargada con todo su equipaje: carpa, sleeping, aislante, repuestos, ropa de cambio, un libro, comida y mucho líquido. Salí a buena hora de Bogotá y me acostumbre rápidamente a pedalear con el equipo en la bici y a la lluvia que me acompaño casi todo el recorrido del primer día.
Al coger la vía destapada antes de Tabio estaba al parecer muy feliz pedaleando y olvide mirar el gps y no gire en uno de los cruces, después de avanzar unos metros vi que no estaba en el mismo camino pero era una ruta paralela por lo que decidí seguir para luego desviarme en algún cruce el cual nunca encontré (PRIMER ERROR). El camino que estaba tomando no tenía salida y paso de ser una vía destapada a un pequeño sendero por donde a duras penas pasábamos mi bici y yo. Animado por la belleza de este sendero continúe por allí convencido de que saldría a mi ruta original y así fue, ese pequeño sendero conecta estas vías pero subir por allí me tomo más de una hora. Debe ser bien interesante esa trocha pero bajando no subiendo y menos con todo el equipaje que llevaba. Un poco agotado de esa trocha continué subiendo pero ya por vía destapada.
Subí a más de 3.400 m.s.n.m. donde se aprecian bellos espacios cubiertos totalmente por frailejones y donde también tristemente se nota que esos espacios están siendo destruidos para cultivar papa. Los cultivos de papa allí se expanden y se expanden pasando rápidamente de una vista llena de frailejones a grandes zonas de tierra decorada con sacos rojos repletos de papas.
Bicicleta cargada con todo su equipaje: carpa, sleeping, aislante, repuestos, ropa de cambio, un libro, comida y mucho líquido. Salí a buena hora de Bogotá y me acostumbre rápidamente a pedalear con el equipo en la bici y a la lluvia que me acompaño casi todo el recorrido del primer día.
Al coger la vía destapada antes de Tabio estaba al parecer muy feliz pedaleando y olvide mirar el gps y no gire en uno de los cruces, después de avanzar unos metros vi que no estaba en el mismo camino pero era una ruta paralela por lo que decidí seguir para luego desviarme en algún cruce el cual nunca encontré (PRIMER ERROR). El camino que estaba tomando no tenía salida y paso de ser una vía destapada a un pequeño sendero por donde a duras penas pasábamos mi bici y yo. Animado por la belleza de este sendero continúe por allí convencido de que saldría a mi ruta original y así fue, ese pequeño sendero conecta estas vías pero subir por allí me tomo más de una hora. Debe ser bien interesante esa trocha pero bajando no subiendo y menos con todo el equipaje que llevaba. Un poco agotado de esa trocha continué subiendo pero ya por vía destapada.
Subí a más de 3.400 m.s.n.m. donde se aprecian bellos espacios cubiertos totalmente por frailejones y donde también tristemente se nota que esos espacios están siendo destruidos para cultivar papa. Los cultivos de papa allí se expanden y se expanden pasando rápidamente de una vista llena de frailejones a grandes zonas de tierra decorada con sacos rojos repletos de papas.
Pequeña laguna en el paramo
Luego de pedalear un buen rato llegue a un sitio donde se nota que ya hace mucho nadie pasa, por segunda vez en mi día, la vía destapada se convirtió en un pequeño sendero. El camino estaba marcado pero el pasto de allí me llegaba hasta las rodillas. Sin darle mucha importancia a esto continué mi camino pero cometí el segundo error del día y el cual no note en ese momento sino al volver a mi casa y ver el recorrido en el mapa.
Mi error: el zoom del gps estaba programado para mostrar 2 km a la redonda por lo que no era tan preciso y en algún lugar de este camino se desprenden dos rutas: una en subida y otra en bajada, rutas que van tan pegadas y en paralelo por lo que nunca llegue a notar que estaba tomando otra vía, y peor, que estaba tomando la de subida (vale aclarar que debido a la vegetación nunca vi esta separación de vías, solo se ve en los mapas).
Mi error: el zoom del gps estaba programado para mostrar 2 km a la redonda por lo que no era tan preciso y en algún lugar de este camino se desprenden dos rutas: una en subida y otra en bajada, rutas que van tan pegadas y en paralelo por lo que nunca llegue a notar que estaba tomando otra vía, y peor, que estaba tomando la de subida (vale aclarar que debido a la vegetación nunca vi esta separación de vías, solo se ve en los mapas).
Sendero entre pinos
Lo bueno: llegue a un gran y bonito sendero de pinos
lo malo: el sendero bajaba por lo que yo seguía convencido que iba bien
lo peor: el sendero termino cerrándose tanto con tanta vegetación que, o pasaba yo o pasaba la bicicleta, pero no los dos y aún peor a tal punto de no poder pasar ni mi bicicleta, ni yo, ni una mosca!!!
Al llegar a lo peor note que algo andaba mal y programe el gps más y más cerca hasta ver que, según mis cálculos, estaba mal pero a tan solo 80 metros del recorrido marcado. Totalmente decidido de retomar el camino sin tener que devolverme decidí atravesar toda esa vegetación pero fueron esfuerzos en vano. Estaba avanzando de a metro por minuto, en 40 minutos avance tan solo 40 metros, no tenía sentido seguir, ni siquiera tenía sentido haber empezado, pero el estar tan cerca y el ver que algunas veces el camino se abría me daba esperanzas; sin embargo, siendo ya las 4 de la tarde decidí devolverme, tarea nada fácil que me llevo más de una hora en dos tandas, primero subiendo con todo el equipaje que estaba en la bici, y luego con la bicicleta. (Ya en casa confirme que el camino estaba a 110 metros, no es mucho pero *%$#@@$%*!!!! necesito un machete!!!)
Pasé la vegetación y agotando mis últimos esfuerzos volví a pedalear cuesta arriba por el sendero de pinos y en lo más alto decidí acampar para coger el mismo camino de regreso al día siguiente.
Una acampada bastante fría y solitaria a hora y media de distancia de la finca más cercana. Pinos, montañas, frailejones, águilas y sapos (y quien sabe que más animales que la verdad no me interesa saber) fueron mi compañía.
lo malo: el sendero bajaba por lo que yo seguía convencido que iba bien
lo peor: el sendero termino cerrándose tanto con tanta vegetación que, o pasaba yo o pasaba la bicicleta, pero no los dos y aún peor a tal punto de no poder pasar ni mi bicicleta, ni yo, ni una mosca!!!
Al llegar a lo peor note que algo andaba mal y programe el gps más y más cerca hasta ver que, según mis cálculos, estaba mal pero a tan solo 80 metros del recorrido marcado. Totalmente decidido de retomar el camino sin tener que devolverme decidí atravesar toda esa vegetación pero fueron esfuerzos en vano. Estaba avanzando de a metro por minuto, en 40 minutos avance tan solo 40 metros, no tenía sentido seguir, ni siquiera tenía sentido haber empezado, pero el estar tan cerca y el ver que algunas veces el camino se abría me daba esperanzas; sin embargo, siendo ya las 4 de la tarde decidí devolverme, tarea nada fácil que me llevo más de una hora en dos tandas, primero subiendo con todo el equipaje que estaba en la bici, y luego con la bicicleta. (Ya en casa confirme que el camino estaba a 110 metros, no es mucho pero *%$#@@$%*!!!! necesito un machete!!!)
Pasé la vegetación y agotando mis últimos esfuerzos volví a pedalear cuesta arriba por el sendero de pinos y en lo más alto decidí acampar para coger el mismo camino de regreso al día siguiente.
Una acampada bastante fría y solitaria a hora y media de distancia de la finca más cercana. Pinos, montañas, frailejones, águilas y sapos (y quien sabe que más animales que la verdad no me interesa saber) fueron mi compañía.
Al día siguiente tome el mismo camino de regreso, pero esta vez preguntando por un desvió que me llevara a Zipaquirá, allí desayune le di un baño a mi bici que ya no rodaba bien de tanto barro y regrese a Bogotá tomando la vía difícil yendo hasta la Calera y subiendo a Patios.
En total fueron 155 kilómetros de aventura en los dos días, con trochas muy fuertes y muchos kilómetros en ascenso.
Pronto abriré una sección con mapas de todos los trayectos aquí narrados.